Último paseo cultural por Wrocław: Rincones donde perderse

A las buenas tardes.

Antes de continuar con el resto de lugares por explorar en éste país tan maravilloso que es Polonia, vamos a volver un poco la vista hacia la ciudad de Wrocław (es lo que tiene haber estado ahí 3 meses, tengo cosas que contar para rato). Ésta vez para explorar los últimos lugares interesantes, lo que normalmente no se visita o bien por falta de tiempo o por falta de ganas pero que, al fin y al cabo, merece la pena ir como vais a poder comprobar. ¡Empezamos!

En primer lugar tenemos el antiguo cementerio judío de la ciudad, que se encuentra en la parte sudeste de Wrocław, en la calle Ślężna (podemos llegar aquí cogiendo el tram o el autobús de línea). En el mismo momento que cruzamos el umbral del cementerio nos adentramos en un auténtico bosque sobre el que resaltan las diferentes tumbas y mausoleos. Ésto se debe a que, tras dos ampliaciones efectuadas en el siglo XIX el espacio se cedió durante 5 años a un centro de botánica, con lo que las plantas crecieron en la zona. Los entierros cesaron en el año 1943, ya que éste cementerio se convirtió en un campo de batalla en el que todavía hoy se aprecian lápidas rotas y marcas de balas. En 1975 fue añadido a la lista de monumentos de la ciudad.

En segundo lugar tenemos el estadio nuevo, sede de la UEFA en 2012 y principal campo de juego de la ciudad, aquí se juegan tanto los partidos de la liga polaca, además se aprovecha para dar conciertos. Sobre el campo han estado grupos como Linkin Park, 30 Seconds To Mars y muchos más, con lo que no es moco de pavo. El estadio está rodeado de una estructura semi-metálica que, por la noche, se ilumina con diferentes colores, dándole un toque precioso cuando se oculta el sol. Sin lugar a dudas es un sitio al que merece la pena echarle un vistazo, podemos llegar en tram (el bus no lo recomiendo porque da mucha vuelta) yendo hasta el final de la línea 33.

Otro punto interesante está bastante cerca de Rynek, tirando hacia el sur por una de las calles principales. Se trata del palacio real de Królewsky (Pałac Królewsky), que alberga la exposición de arte histórico de la ciudad, una exposición que data de más de 1000 años, desde los primeros asentamientos hasta la era moderna pasando por el medievo, la primera y segunda guerra mundial. Inicialmente se trataba del palacio de Heinrich Gottfried von Spätgen, canciller del obispo Francis Louis de Neuburg, que se construyó en 1717 en estilo vienés. Tras la toma de control de silesia por parte de Prusia en la primera guerra silesiana el palacio fue comprado por el rey de Prusia Federico el Grande y se convirtió en su residencia. A partir de ahí sufrió varias ampliaciones en estilo barroco, que le dan su imagen actual a pesar de que fue seriamente dañado por los bombardeos en la SGM.

Merece la pena visitar tanto el palacio para ver la exposición como para ver los salones y el jardín trasero, así que no dejéis de visitarlo si os decantais por viajar a Wrocław.

Otro lugar muy interesante, tanto para visitar como para hacer ahí la compra del día, es el Hala Targowa (pabellón del mercado). Como su nombre indica es el principal mercado de la ciudad, aquí podemos encontrar de todo, desde carne, verdura y hortalizas hasta dulces artesanales, infusiones y helados. La arquitectura de éste edificio es bastante peculiar, ya que su techo simula un barco boca abajo con sus vigas superiores; durante la estancia hacíamos aquí la compra y lo veíamos semanalmente, a pesar de ello la estructura y el ambiente del lugar no dejaban de sorprenderme cada vez que lo cruzaba, por ello os recomiendo visitarlo.

Y por cierto, pongo la foto del chocolate porque me resultó GENIAL el hecho de que aquí encontré sabores de Milka que no había visto en mi vida. El de dulce de leche está riquisimo, pero sin duda me quedo con el de Oreo, menudo vicio tenía con ése chocolate madre mía…

Por último tenemos el edificio más alto de la ciudad, la Sky Tower. Este gigante de vidrio y acero se ve desde cualquier punto de la ciudad con sus 50 pisos; en su base tenemos el centro comercial Sky Center, donde podemos comprar entradas para subir al último piso y disfrutar de las mejores vistas de la ciudad en un mirador de 360º, recomiendo comprarlas con tiempo, porque vuelan. Una vez picamos la entrada entramos en un ascensor que sube éstas 50 plantas en 30 segundos. Arriba podemos sentarnos tranquilamente en los sofás del mirador y disfrutar de la puesta de sol desde ahí.

Y como dato curioso os puedo decir que, por lo que nos han contado,  Bruce Willis tiene un piso en la torre, que sea verdad o no ya no lo sé.

Y hasta aquí el último tour cultural por la ciudad, espero que os haya gustado y os sirva para planificar futuros viajes. En los próximos posts os hablaré un poco de la vida nocturna en la ciudad, para zanjar ésta etapa, y después continuaremos con las excursiones a diferentes lugares cercanos, entre los que están Berlín, Praga y Ksiaz.

Seguid al tanto, nos leemos en el próximo post! Do widzenia!