Excursiones desde Wrocław: El castillo de Książ
¡A las buenas tardes!
Hoy os vengo con una excursión diferente a un punto poco conocido por nosotros los extranjeros, os hablo del castillo de Książ (Zamek Książ) (/Kshionzh/), el más grande de Polonia.
Se trata de un majestuoso castillo de estilo único ubicado en una colina y rodeado por un extenso robledal. Construido en el siglo XIII por el Duque Bolko I, adquirido por la familia aristócrata von Hoberg en 1509 y continuamente ampliado y remodelado hasta bien entrado el siglo XX, conforma una gran amalgama de estilos: desde el románico al barroco pasando por el neo-renacentista.
Es más conocido por ser el cuartel general de Hitler durante la SGM, durante la cual el ejército nazi lo confiscó y comenzó a excavar unos misteriosos túneles y complejos subterráneos bajo el mismo y bajo las zonas cercanas al castillo (túneles que se pueden visitar hoy en día). El ejército soviético lo utilizó tras la guerra como cuartel hasta su abandono por más de 10 años en los que comenzó a derrumbarse; en 1974 comenzó su restauración, que resultó en su transformación en un museo que podemos visitar y disfrutar.
– Cómo llegar:
La ruta más sencilla a realizar es desde Wrocław. Desde una plaza cercana a la estación de autobuses (no en la propia estación ya que ésta línea la opera una compañía privada) podemos coger un autobús que nos deja en el pueblo de Wałbrzych (/Bausitz/), pasando por el pueblo de Swidnica (que también merece la pena visitar), desde cerca de su ayuntamiento podemos coger el autobús que nos deja en la misma puerta del castillo.
En cuanto entramos por el arco principal del castillo podemos ver una vista frontal del castillo, según nos vamos acercando a la puerta el castillo nos atrapa con su majestuoso pórtico y escaleras de mármol blanco. La entrada al castillo es barata teniendo en cuenta las horas y horas que hacen falta para recorrer toda la exposición y todas sus salas, de las cuales destacan el salón maximiliano y sus salas anexas. Una serie de paneles en inglés, alemán y polaco nos narran toda la historia del castillo y de sus habitantes. También se puede hacer una visita guiada por sus salas, pero si queremos hacerla en castellano hay que reservarla con dos semanas de antelación, pues no disponen de material en nuestro idioma.
Sólo algunas de las 415 habitaciones que posee este castillo están abiertas a los visitantes, ya que muchas son oficinas de conservación del museo del mismo, además algunas se aprovechan para exponer obras de arte y escultura de diversos artistas polacos. El castillo tiene además una tienda de antigüedades para aquellos visitantes que les gusten los muebles y objetos de tiempos pasados.
La ruta marcada te lleva de cabo a rabo del castillo, desde los interminables pasillos, pasando por los jardines e incluso bajando a los túneles excavados por el ejército alemán. Siguiendo éstos túneles puedes acabar en una de las montañas cercanas a la colina sobre la que se ubica el castillo y tener una buena vista de toda la zona, sin embargo, recomiendo mucho hacer un esfuerzo y andar por el exterior del castillo para llegar a un mirador desde el cual se disfruta de todo su esplendor. No dejéis de visitar los jardines y salid por el exterior del castillo para disfrutar de la experiencia completa, la parte de atrás del castillo tiene muy buenas vistas y te da una imagen real del tamaño de la construcción.
Desde aquí podemos volver de nuevo al arco principal del castillo o bajar a pié hasta el Palmiarnia, o el jardín botánico del castillo. Un rústico invernadero gigante que alberga una gran cantidad de especies vegetales, tanto locales como extranjeras, un buen lugar para pasar el rato y ver la colección que no tiene desperdicio, sobre todo la exposición de bonsais. Además se pueden comprar semillas en éste lugar, un bonito recuerdo que llevar de vuelta a casa.
Una vez acabada la visita a éstos lugares recomiendo mucho utilizar el autobús de vuelta, porque tanto el jardín botánico como el castillo están bastante lejos del centro y la caminata a pié es agotadora (y lo digo por experiencia). Los autobuses no tienen pérdida y nos dejan en el centro de la ciudad, desde donde podemos visitar la plaza principal del pueblo de Wałbrzych, su oficina de correos y el ayuntamiento (ambos edificios espectaculares).
Desde la plaza podemos continuar recto hacia las dos iglesias del pueblo y acabar la visita en el teatro municipal, desde donde podemos volver a la parada de autobús que nos recoge el autobús para volver a Wrocław.
Espero que esta excursioncilla os haya gustado, a mí desde luego me pareció un lugar digno de visitar, además la gente del pueblo es muy maja y te ayuda en seguida a encontrar los sitios (aunque te tengas que comunicar en polaco para el superviviente o por signos).
Un saludete y hasta la siguiente excursión!
8 Comentarios
diarioviajero.es
Que pasada, un cosa, el de Malbork es más grande, es un pueblo pegado a un castillo
Dani
Las guías ponen éste como más grande, pero una vez estado en Malbork la superficie edificada de éste es mas grande, sin embargo el terreno del castillo de Kziaz supera bastante al anterior (tal vez por eso las guías lo ponen como el más grande). Gracias por el comentario y me alegra de que te haya gustado ;D
diarioviajero.es
Mi novia dice que las guías al final siempre dicen que toda ciudad que visitamos tiene el más algo del mundo 🙂
Dani
Jajajajajaja, será eso. También tienden mucho a exagerar pero vamos, hay que cogerlas con pinzas las afirmaciones, porque siempre es «el nosequé más grande del mundo de éste tipo» ;D
diarioviajero.es
Si si. A eso me refiero 🙂
Piazza Gelato
Otro lugar más apuntado en el cuaderno de viaje. Las fotos, increibles. En especial me han encantado las del castillo, tienen una factura técnica bellísima. Un saludo.
Roberto Rodriguez
Muy bello lugar! Cuántos secretos tiene Polonia!
Claudia
Excelente tu ayuda, plena de detalles y explicaciones útiles! Es genial! Muchas gracias por el datazo de como llegar al castillo desde Swindica! Saludos!