Wrocław: Paseo por las calles

En la entrada anterior os describía los primeros pasos por la ciudad de Wrocław, concretamente por el Rynek. Pues bien, hoy daremos un paseo en profundidad por la plaza y sus alrededores. ¡Empezamos!

En la zona oeste del Rynek encontramos la fontana, una construcción de granito y placas de vidrio grueso que simulan unas olas. La fuente está apagada en invierno por razones obvias (el agua se congela), por lo que empieza a funcionar a partir de Abril.

Justo detrás de ésta fuente encontramos la antigua entrada al cementerio de la catedral, se trata de dos casas antiguas unidas por un arco barroco llamadas Jas y Małgosia,nombres que los ingleses y alemanes traducen por Hansel y Gretel. Ahí están ubicadas ahora algunas oficinas de turismo, además de tiendas de recuerdos. Si traspasamos el arco nos topamos con la iglesia católica de Santa Elizabeth, construida en su totalidad por ladrillos rojos en estilo gótico. Tanto el interior como la torre están abiertas al público durante todo el año; las vistas desde la torre son espectaculares, eso sí, prepárate para subir los 300 escalones que hay hasta la cima (una experiencia no alta para cardíacos, os lo puedo asegurar).

En el otro extremo del Rynek tenemos la segunda iglesia más grande de Wrocław, la iglesia de Santa María Magdalena (que podéis ver en la foto anterior). Como todas las iglesias de la ciudad está construida de arriba a abajo con ladrillo rojo, también se puede subir a la torre y cruzar el llamado «Puente de las penas». La iglesia está en una plaza con una fuente donde te puedes sentar tranquilamente a observar cómo la gente va pasando por la calle, o cómo los visitantes se asoman desde el puente de la torre.

Siguiendo nuestro recorrido por ésta maravillosa ciudad, nos dirigimos al noreste, alejándonos del centro y dejando atrás la iglesia de St María Magdalena. Cruzamos las calles hasta dar con el río Odra, el curso que separa la ciudad en diferentes partes e islas. Tras pasar el primero de muchos puentes nos encontramos en la «Isla de la Arena» (Wyspa Piasek) donde reposa la iglesia de Nuestra Señora de la Arena, un edificio del siglo 14 destruido durante la SGM y posteriormente reconstruido. Fuera de la iglesia y en un recinto abierto al público podemos pasear por los jardines, aquí nos podemos sentar en los bancos y ver una de las mejores vistas de la catedral de St. Juan Bautista, lugar de culto principal de la ciudad.

Si seguimos el paseo hacia la catedral, nos topamos con el puente Tumski, o también conocido como el puente de los candados. Es tradición en toda Polonia que las parejas escriban su nombre en los candados, lo cierren y arrojen la llave al río Odra. Como podéis ver en las fotos, no faltan candados. Cruzando este puente llegamos al distrito eclesiástico, centro de la vida religiosa de la ciudad: Ostrów Tumski.

El barrio que una vez estuvo unido a la tierra (hasta que el río hizo su trabajo y lo separó es también conocido como «Isla de las Catedrales» y contiene la primera iglesia que fue construida en la ciudad de Wrocław. El barrio es la actual residencia del arzobispo y en él dominan cuatro iglesias y ermitas principales, de más grande a más pequeña: la catedral de St Juan Bautista, (en el fondo), la iglesia de St. Giles (izquierda) y dos pequeñas capillas, únicas supervivientes de la segunda guerra mundial, pues el resto de edificios fueron arrasados durante la guerra. En éste distrito encontramos la universidad de magisterio, teología y filosofía, además de varios restaurantes en los que he tenido el placer de estar. Según avanzamos por la calzada adoquinada nos acercamos al umbral de la catedral, con sus dos torres gemelas, si nos fijamos bien podemos apreciar por dónde fueron reconstruidas dichas torres. La entrada a la catedral está abierta todo el año y podemos subir en ascensor a la torre, donde disfrutar de nuevo de una preciosa vista de toda la ciudad.

Si continuamos por el lateral de la iglesia de St. Giles llegaremos al jardín botánico, donde guardan bastantes especies vegetales, no tuve la oportunidad de verlo verde, por las fechas y tal, pero que le vamos a hacer.

Por último, a la derecha de la catedral, medio escondido entre los edificios, encontramos los jardines. Fue uno de mis rincones favoritos de la ciudad, un lugar perfecto para pasear junto al río y ver de frente la facultad de bellas artes y el museo de arte local en la otra orilla.

Y aquí termina el paseo de hoy por la ciudad, espero que os haya gustado, a mí desde luego me gustó mucho en su momento. En la siguiente entrada exploraremos la zona de la universidad y las afueras de la ciudad, junto con uno de los monumentos más conocidos de Wrocław.